Reseña Espacial Argentina

martes, 18 de febrero de 2014

El legado de los satélites SAOCOM

Por Javier García, ArgentinaEnElEspacio

El proyecto SAOCOM es el proyecto satelital más complejo que haya encarado la Argentina (y posiblemente cualquier otra nación del hemisferio sur). Estas naves fueron diseñadas para portar complejos radares de apertura sintética (SAR, de sus siglas en inglés: Synthetic Aperture Radar) que permitirán observar la tierra bajo cualquier condición climatológica y en cualquier momento del día.

Representación artística del satélite SAOCOM.

Introducción

El título de esta nota puede parecer un dislate, pues ¿cómo es posible que satélites que aún se encuentran en fase de construcción, que no han siquiera sido puestos en órbita, hayan dejado ya un importante legado para el sistema de Ciencia y Tecnología? Hagamos una breve introducción para entenderlo mejor.

Y lo mejor es comenzar por el principio. ¿Cuál es el objetivo de poseer un satélite con un radar a bordo? Sencillo; Su gran utilidad reside en que éstos permiten observar la tierra durante el día o la noche, a través de las nubes, el humo, o la lluvia, que no son obstáculo para las microondas emitidas por el radar. Estas pueden incluso penetrar el suelo para determinar, por ejemplo, el nivel de humedad superficial de éste, o traspasar densas nubes para observar allí donde las cámaras fotográficas no pueden hacerlo. De allí su invalorable utilidad.

Si de radares hablamos, existen diferentes tipos de éstos, siendo el radar SAR uno de los más complejos tipos de radares que se han desarrollado. Pero aun hay más. Si dicho radar está pensado y diseñado para operar en el espacio, bajo condiciones de intensa radiación y desplazándose a gran velocidad alrededor del planeta, el desafío tecnológico es doblemente difícil. Es este caso, las ondas emitidas por el radar desde el espacio, una vez reflejadas en la superficie terrestre, son recibidas nuevamente por el radar en un ángulo de incidencia muy diferente al de emisión (debido a la alta velocidad de desplazamiento del satélite). Esto requiere de electrónica y algoritmos matemáticos extremadamente complejos para el procesamiento de dichas señales. He allí su gran complejidad.

Fue así que hace ya más de una década la CONAE, bajo la dirección de Conrado Varotto, fue osada (una vez mas) al diseñar la misión satelital SAOCOM para poder portar radares de apertura sintética para observación terrestre. También, una vez más, eligió a INVAP como contratista principal para la construcción de los satélites SAOCOM 1A y SAOCOM 1B. 

Hoy, estos satélites se construyen en paralelo y la CONAE estima poder poner en órbita el primero de ellos durante el próximo año. En el caso específico de los satélites SAOCOM la CONAE decidió llevar adelante el desarrollo de sus radares SAR para operar en banda L, una banda apropiada (entre otras cosas) para la detección de humedad superficial de los suelos. Esto fue así debido a su gran utilidad en áreas agrícolas; Los productores agrícolas de la pampa húmeda Argentina podrían contar de esta manera con mapas periódicos disponibles para la toma de decisiones.

Hacia el dominio de la tecnología de radar

Habiendo hecho esta muy breve pero necesaria introducción, podemos volver al tema que nos ocupa; El legado de los satélites SAOCOM.  El haber encarado este complejo desarrollo de tecnología radar para ser utilizada en el entorno espacial le permitió a INVAP, aun antes de culminar el desarrollo mismo de los satélites SAOCOM, adquirir una base sólida de conocimiento de la tecnología de radar.

Montaje de antena radar SAR del satélite SAOCOM. Foto: STI.

Fue así que pasó el tiempo, y mientras el proyecto SAOCOM continuaba su curso normal de desarrollo, la empresa INVAP, que es la contratista que lleva adelante la construcción de los satélites, diseñó y construyó, a pedido del gobierno nacional, una familia completa de radares para diversos usos; Radares primarios para la defensa aérea (RAME y RPA),  radares secundarios para el control del tráfico aerocomercial (RSMA), Radares SAR aerotransportados para búsqueda y detección aérea (SARAT),  y por último, radares de alerta meteorológicos (RMA), posicionando al país como un nuevo potencial proveedor de tecnología de radar.

Radar secundario monopulso argentino (RSMA)

Estos radares secundarios son utilizados para el control del tráfico aerocomercial, y ya han sido instalados en casi todas las provincias argentinas.
Una vez finalizada la instalación de todos los radares (son 22 radares RSMA en total),  el país contará con la capacidad de efectuar el control de navegación aerocomercial sobre todo el territorio nacional, todo esto utilizando tecnología propia “fatto in casa”.



Radar primario argentino (RPA)

Este radar de vigilancia de largo alcance permite la detección de cualquier tipo de aeronave, utilizando  electrónica y módulos transmisores/receptores de estado sólido. Son utilizados para la vigilancia del espacio aéreo por parte de la Fuerza Aérea Argentina. El RPA posee tecnología de contramedidas electrónica autóctona, que evita tener un “back door” susceptible de ser abierto para que el radar sea interferido, como sucede cuando estas tecnologías son adquiridas en el extranjero. INVAP proveyó a la Fuerza Aérea el primer prototipo en 2012 y se encuentra produciendo en sociedad con Fabricaciones Militares la primera serie de seis radares RPA.


Radar de alcance medio experimental (RAME)

Este radar primario de vigilancia aérea fue desarrollado como paso previo al radar RPA. INVAP entregó un prototipo a la Fuerza Aérea Argentina en 2011 que lo ha utilizado para control del espacio aéreo en diferentes lugares del territorio nacional, ya que tiene la ventaja de poder ser desplegado y entrar en operación en pocos minutos.


Radar SAR aerotransportado (SARAT)

Forma parte del proyecto SAOCOM de la CONAE. Es un radar SAR aerotransportado que trabaja en banda L (utiliza la misma frecuencia que utilizarán los SAOCOM) que fue instalado en un avión Beechcraft de la Armada Argentina. Su objetivo es proveer imágenes SAR con ángulos de incidencia de entre 20° y 70° que permitan desarrollar y validar las aplicaciones de los satélites SAOCOM antes de su lanzamiento.


Radar meteorológico argentino (RMA)

Es un radar de uso meteorológico que opera en banda C. Permite efectuar la descripción del estado del tiempo, realizar pronósticos climáticos, realizar también previsión y monitoreo de contingencias (tormentas severas, granizo, inundaciones repentinas) y estudios de física atmosférica.


La empresa INVAP instaló el primer prototipo del RMA en la ciudad de San Carlos de Bariloche durante el año 2013, y proyecta la construcción de una primera serie de 12 radares RMA que van a ser instalados en distintas locaciones del territorio nacional, conformado de esta manera la red SINARAME. Esta red de monitoreo y alerta meteorológico tendrá alcance nacional. El primer RMA de serie será instalado en la provincia de Córdoba durante el año en curso.

Otros proyectos relacionados

Además de los proyectos de púbico conocimiento existen otros que son manejados bajo estricto secreto, como el proyecto SARA (Sistema Aéreo Robótico Argentino), que INVAP lleva adelante desde hace dos años y es considerado por la propia empresa como su proyecto más relevante y significativo. Este incluye el desarrollo de aeronaves no tripuladas (UAV, de sus siglas en inglés; Unmanned Aerial Vehicle) con capacidad de transportar radares, sensores de vigilancia y cargas útiles a grandes distancias. El proyecto SARA dotará al país con la capacidad de efectuar misiones aéreas no tripuladas, ya sea  tareas de vigilancia, control y/o ataque sobre el territorio nacional y el mar argentino. Incluso los motores y los sensores de las aeronaves para este proyecto son de desarrollo local.

Por otra parte, según se desprende del presupuesto de la cartera de defensa aprobado para el año en curso, hay indicios de que INVAP se encuentra trabajando en el desarrollo de un radar de uso naval para la Armada Argentina.

Conclusión

El proyecto satelital SAOCOM ha demostrado ser una sabia decisión de la CONAE que ha tenido un efecto multiplicador de capacidades tecnológicas y científicas, que si bien es perceptible, es difícil aun de cuantificar. Este ha servido de base a otros proyectos de alta tecnología, ha generado cadenas de valor, ha teniendo impacto en áreas estratégicas,  y ha convirtiendo por último al país en un nuevo potencial proveedor de tecnología de radar para otros países del mundo.

Todo esto viene a reafirmar que el desarrollo de alta tecnología tiene un efecto multiplicador de capacidades (científicas, tecnológicas y económicas) cuando la elección de los proyectos que un país decide llevar adelante son, como en el caso de los satélites SAOCOM, los adecuados.

1 comentario:

  1. Excelente post! Todavía no puedo creer lo rápido que está avanzando todo esto, pensar en todo lo que tuvimos que esperar desde el SAC-C hasta el SAC-D/Aquarius, y ahora 4 satélites de 3 toneladas construyéndose en paralelo!
    Con las tecnologías desarrolladas por INVAP para la serie Arsat y SAOCOM podría decirse que esta empresa ya puede desarrollar casi cualquier satélite "comercial" para terceros países ya que la gran mayoría son de comunicaciones geoestacionarios o de observación óptica y/o radar en órbitas polares.
    No veo la hora de que lleguen los primeros contratos internacionales para INVAP como sucedió con los reactores de investigación.
    Por otro lado no sabía nada del programa SARA, creía que los desarrollos destinados a defensa terminaban en los radares primarios, pero en buena hora. Tendrá que ver con esto el hecho de que CONAE se haya embarcado en solitario a desarrollar los de arquitectura segmentada? Digo...es común sino prácticamente la norma en todo el mundo que las empresas del sector aeroespacial tengan contratos para programas civiles y militares también.
    Saludos!

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