El satélite argentino BugSat-1 “Tita”, puesto en órbita exitosamente, además de los circuitos y dispositivos propios lleva también a MeMOSat-01, un experimento desarrollado en forma conjunta por investigadores de CNEA, INTI y CONICET para evaluar el desempeño de memorias electrónicas no volátiles, que se espera sean de utilidad en futuras aplicaciones espaciales.
MeMOSat-01 es un dispositivo de testeo reconfigurable, con el que se piensan evaluar dos bancos de memoria prototipo. Gracias a la infraestructura provista por “Tita”, esta plataforma de testeo irá enviando resultados de los ensayos hechos en órbita, que posteriormente se analizarán en tierra.
El grupo de investigadores que conforma MeMOSat participó activamente tanto en la fabricación y caracterización de las memorias como en el desarrollo de la plataforma de evaluación que se puso en órbita. De hecho, como reconocimiento al trabajo realizado en la investigación básica y desarrollo de memorias no volátiles para uso en ambientes hostiles, el equipo formado por investigadores de CNEA, INTI y CONICET fue galardonado con los premios Innovar 2012 y DuPont-CONICET 2010. También se destaca la colaboración permanente con el Centro de Investigación nanoGUNE (País Vasco-España).
Las memorias que estudiará MeMOSat-01 son memorias resistivas del tipo ReRAM, fabricadas a partir de estructuras metal-óxido-metal. Se espera que este experimento en órbita (hasta ahora único en su tipo) permita llegar a conclusiones sobre la conveniencia y factibilidad de este tipo de memorias en el segmento de la electrónica de uso espacial.
Las memorias que estudiará MeMOSat-01 son memorias resistivas del tipo ReRAM, fabricadas a partir de estructuras metal-óxido-metal. Se espera que este experimento en órbita (hasta ahora único en su tipo) permita llegar a conclusiones sobre la conveniencia y factibilidad de este tipo de memorias en el segmento de la electrónica de uso espacial.
Fuente: CNEA
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