Reseña Espacial Argentina

jueves, 2 de abril de 2015

Avances en el proyecto MeMoSat. Entrevista a Pablo Levy

Sigue a continuación una breve entrevista a Pablo Levy -investigador de la CNEA y uno de los responsables del proyecto MeMoSat-, publicada hoy en la edición impresa del diario La Nación, destacando los avances en el desarrollo de esta nueva tecnología sobre la cual ya existen empresas interesadas –entre ellas INVAP- con vista a su implementación en la industria satelital.

ENTREVISTA A PABLO LEVY

con su grupo de investigadores, este doctor en Física de 52 años está fabricando chips de memoria en la Argentina; los primeros ya han ido al espacio

Prototipos de MeMoSat. Foto: CNEA.

- Con tu grupo de la Comisión Nacional de Energía Atómica están fabricando chips, la electrónica del chip.

- Sí, somos un grupo de investigadores de varias instituciones públicas: CNEA, INTI, Unsam, UBA y Conicet. Estamos fabricando memorias electrónicas de a pocos bits, con una tecnología nueva, llamada ReRAM (resistive RAM). Veníamos haciendo investigación básica y nos estamos animando a hacer cosas aplicadas.

- ¿Son las que usan óxidos metálicos en lugar de silicio?

- Las celdas de memoria (los bits) están fabricadas por junturas metal-óxido. Son como sándwiches en que el pan son dos electrodos metálicos, y el jamón es un óxido. Podemos hacer que la resistencia eléctrica del dispositivo tenga diferentes valores, y eso es una memoria no volátil (no precisa de energía eléctrica para recordar el dato).

- ¿Para qué sirven chips de este tipo, por qué no usar los normales basados y ya?

- La tecnología actual (la memoria Flash, que se usa en los pendrives, por ejemplo) puede resultar dañada por las radiaciones ionizantes presentes en el espacio exterior. Las memorias ReRAM son más resistentes, duraderas y confiables que las Flash. Nosotros apuntamos a hacer unos pocos bits, que sean muy seguros para guardar información crítica.

- ¿Ya mandaron algunas de estas memorias al espacio, no?

- Sí, mandamos 16 bits en un satélite de bajo costo de la empresa argentina Satellogic. Ellos hacen la telemetría (nos mandan los datos de los experimentos que se realizan a unos 500 km de altura) y nos dan el espacio para realizar estos experimentos en su satélite. Para ellos implica conocer de primera mano una nueva tecnología, por ahora bajo prueba y experimentación. Invap nos propuso que hagamos unas pocas centenas de bits para usarlas como memorias de reiniciación en sus satélites.

- ¿Ahí se guardan los datos de configuración o algo así?

- Así es. En las memorias de reiniciación se guardan los parámetros mínimos que precisa un satélite para arrancar de nuevo, cuando hay un shutdown. Y eso tiene que guardarse de la manera más segura posible. Este proyecto se llama MeMoSat. Pero además estamos armando la plataforma electrónica que mide esas memorias y se comunica con el satélite, una suerte de laboratorio en un satélite, o Lab On A Sat. Estamos por lanzar el servicio para otros grupos de investigación y empresas interesadas.

- ¿Cuánta gente trabaja en tu grupo?

- Somos unos 15. Varios son doctores en Física, otros, licenciados haciendo sus tesis doctorales. También hay alumnos de grado de carreras como Física e Ingeniería. Algunos son teóricos, la mayoría somos experimentales.

- ¿Cuándo te diste cuenta de que querías ser científico?

- Me avivé de que me resultaba más fácil matemática que otras materias en las que había que estudiar de memoria, y eso fue cuando me llevé mi primera y única materia a examen: matemática, en 1978, ¡por estar mirando el Mundial!

- ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere dedicarse a las ciencias básicas en la Argentina?

- Que se forme bien. El andamiaje que te dan en matemática, física y química es excelente, y luego usás esas herramientas para resolver problemas que hoy ni te podés imaginar.

Fuente: La Nación

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