Reseña Espacial Argentina

domingo, 17 de enero de 2016

CONAE iría al ministerio de Ciencia y Tecnología

Sigue a continuación una nota publicada hoy en el portal de noticias de Página12 sobre el futuro político de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Según la nota -autoría del reconocido investigador y politólogo Daniel Blinder-, CONAE pasará a depender del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

POLÍTICA Y AUTONOMÍA
Por Daniel Blinder

¿Podrá continuar Ciencia y Tecnología con los logros de kirchnerismo? ¿Podrá sostener e incrementar la inversión, investigación y desarrollo, y que eso redunde en un éxito de la política espacial?


La creación de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) en 1991 es una consecuencia directa de la creación de una política institucional con el objetivo de tener una política espacial. Su creación, está directamente relacionada con la coyuntura política del gobierno de Carlos Menem. Este presidente tuvo que sortear vientos de cambio internacionales novedosos, como el fin de la Guerra Fría, y el comienzo de una era unipolar, que puso a Estados Unidos como superpotencia única. Así, este país presionó a la Argentina para terminar con el proyecto Cóndor II, en el marco de una ofensiva para acabar con los países que denominaba proliferadores de armas de destrucción masiva, como era el caso del misil producido por nuestro país, de mediano alcance (unos 1200 kilómetros de alcance).

La Conae quedó bajo la órbita del Ministerio de Relaciones Exteriores, y en su decreto de creación, figuraba la cancelación del Cóndor. Quedaba claro que la política espacial sería un instrumento de la nueva Argentina liberal, cuya participación en organismos internacionales, también los de seguridad internacional, sería una marca de época, y con la nueva política se garantizaría a la comunidad internacional que no habría proliferación misilística, y que se haría una política responsable y de cooperación. Esto, facilitó varios lazos con los Estados Unidos y Europa, y sus agencias espaciales, entre ellas la poderosa NASA.

Una constelación de proyectos satelitales fueron teniendo sus logros durante los 90, pero fue entrada la era kirchnerista que los proyectos de esta agencia comenzaron a hacerse más ambiciosos, y esto fue debido, entre otras cosas, a que Néstor Kirchner y Cristina Fernández mantuvieron los andamiajes institucionales, que daban previsibilidad a la política tecnológica, pero también a la política exterior, lo que facilitaba un marco cooperativo con las principales potencias. Pero también, y fundamentalmente, a que concibieron la política espacial en un entramado más amplio de desarrollo industrial del país, y recibió un gran y constante financiamiento por parte del Estado, tal y como lo requieren estas tecnologías capital-intensivas: la idea de contar con un lanzador satelital propio, el Tronador II, contiene en sí misma, no sólo desarrollo de capacidades tecnológicas, industrialización, sino una visión de poder reducir la dependencia, y poder tener no sólo nuestros propios satélites, sino que también lanzarlos.

En este contexto, la consolidación institucional y los proyectos CONAE vieron la necesidad de financiamiento, y tras varios años, dejó la órbita de Cancillería para estar bajo el Ministerio de Planificación Federal en 2012. Entiendo que se hizo por la visión de la política espacial en el desarrollo, y por el presupuesto necesario para conseguir las metas espaciales. Pero tras asumir, el nuevo presidente Mauricio Macri, disolvió el Ministerio de Planificación y la Conae, tras varios días, pasará al Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva. En principio, esta decisión tiene pura lógica, puesto que es una actividad evidentemente tecnológica y relacionada a los fundamentos de la creación de esta unidad ministerial. No obstante, ¿podrá continuar Ciencia y Tecnología con los logros de kirchnerismo, objetivo por el cual el ministro Lino Barañao continuó en funciones? ¿Podrá sostener e incrementar la inversión, investigación, y desarrollo y que eso redunde en un éxito de la política espacial? Apenas podemos esbozar una respuesta. Pero la única manera de continuar y desarrollar estas capacidades, sólo se logrará manteniendo niveles de protección industrial, y una visión política a largo plazo de contar con autonomía tecnológica, entendiendo que aquellos países que cuentan con esas capacidades, buscarán siempre mantener el monopolio y el control sobre ellas, porque son de uso militar, y además económicamente rentables.

Fuente: Página12

2 comentarios:

  1. Lo conozco personalmente al doctor Blinder, interesante nota realmente. Creo que se verá en los próximos meses la importancia que el nuevo gobierno asigna a la ciencia y la tecnología nacional, y al sector espacial en particular, observando puntualmente si el presupuesto general se reduce, mantiene o aumenta en términos reales (ajustado a la inflación que se produjo a partir de las decisiones tomadas por el nuevo gobierno).
    Lo único que agregaría es que antes de la CONAE existía desde 1960 la CNIE, ya que, de hecho, es a partir de esta última que se crea la actual. De esta manera, el Estado argentino llevaba décadas teniendo un política estatal en el ámbito, si bien con altibajos (recordar las familias de cohetes de pruebas atmosféricas, las diversas investigaciones atmosféricas desarrolladas con potencias, el mono y los ratones “astronautas”, las estaciones satelitales terrenas, las negociación para la obtención de las posiciones geoestacionarias ante la UIT que ocupan actualmente los ARSAT 1 y 2, el misil Cóndor II –porque también tenía un uso dual, no sólo militar- y el proyecto fallido de un satélite científico ya a inicios de la década de los 80s). Recalco esto porque siempre es importante entender todo el proceso gradual de generación de capacidades, para comprender completamente la importancia de defender la ciencia y la tecnología nacional, que tanto trabajo y tiempo lleva desarrollar, y como dice Blinder, que tantos recelos genera por parte de las potencias.
    Saludos.

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  2. Ante tantas dudas del autor de la nota, cabe recordar las clarísimas palabras del Dr. Lino Barañao en varias entrevistas en diciembre último, cuando algunos con sorpresa le preguntaban porqué el flamante presidente en ese momento, lo había elegido para continuar en el cargo. Y el Ministro detalló que en su primer encuentro con Macri le puso como condición que en el área de CyT el nuevo Gobierno NO debería bajar ni una décima del porcentual del PBI invertido en la cartera a su mando, y si ello ocurría pues él renunciaría inmediatamente. Por lo tanto no le veo la lógica que la actual Administración haya hecho tanto esfuerzo para mantenerlo en el Ministerio si despúes terminase incumpliendo con la palabra empeñada. Si fuese así entonces hubieran puesto como ministro de CyT a algún PRO militante entusiasta, minimizaban al rídiculo la inversión en la cartera y se ahorraban tanta cháchara.

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