lunes, 21 de julio de 2014

Las primeras pruebas de las memorias resistivas MeMoSat arrojaron resultados satisfactorios

Sigue a continuación una nota publicada por Radio Nacional de Ingeniero Jaccobacci, donde se informa sobre los primeros resultados obtenidos sobre el desempeño de las memorias resistivas MeMoSat a bordo del satélite BugSat-1.

El INTI PRUEBA SUS MEMORIAS EN EL ESPACIO

Con el lanzamiento del satélite argentino BugSat-1, ya están en el espacio las memorias electrónicas desarrolladas especialmente para afrontar condiciones adversas, como radiación, cambios abruptos de temperatura y presión. Su diseño es fruto del trabajo conjunto del INTI, la CNEA y el Conicet.

El proyecto “MeMOSat01” es un desarrollo interinstitucional que va a permitir evaluar el desempeño de memorias electrónicas no volátiles (capaces de conservar la información almacenada, sin consumo de energía, durante cierto tiempo) en ambientes espaciales. Se trata de una placa electrónica desarrollada especialmente para probar el desempeño de las memorias, que a diferencia de las convencionales hechas de silicio, se construyen con óxido de metales de transición.

“Son memorias resistivas: dos placas de metal con un óxido entre medio, con propiedades de resistencia eléctrica que pueden guardar un bit de memoria. Una de las ventajas que tienen estos dispositivos es que son muy factibles de miniaturizar y poseen gran robustez, por eso se los está probando para aplicaciones satelitales.”, explica el doctor Pablo Levy, investigador de la CNEA y uno de los responsables de este proyecto.

Dichas memorias fueron desarrolladas y probadas, a escala de laboratorio, en la sala limpia del Laboratorio de Micro y Nanoelectrónica del Bicentenario del INTI (CMNB).

Si bien en estas pruebas los dispositivos demostraron soportar condiciones extremas, esta es la primera vez que serán utilizadas en el espacio. “El lanzamiento del microsatélite argentino, el BugSat-1 permitió poder enviar una placa de control electrónica con memorias basadas en esta tecnología al espacio” comentó el doctor Federico Golmar, responsable del proyecto por parte del laboratorio CMNB del INTI.

“Poder probar las MeMOSat en órbita es muy importante porque allí van a estar expuestas a ciclados térmicos y radiación”, explicó Golmar. El objetivo es comunicarse una vez por día con el satélite BugSat-1 para que envíe información sobre el funcionamiento de la placa y de las memorias. “Aunque el microsatélite se envió al espacio en junio, el trabajo final de investigación que estamos realizando es a tres años. Actualmente pudimos comprobar que la placa se encuentra en condiciones y el primer informe que recibimos está dentro de los parámetros estimados, lo que nos sirve para confirmar que la placa electrónica y la comunicación con tierra funciona”.


Las MeMOSat son únicas en su tipo, con esta investigación los realizadores podrán llegar a conclusiones sobre la conveniencia y factibilidad de utilizar estas memorias en el segmento de la electrónica de uso espacial.

Fuente: Radio Nacional

3 comentarios :

  1. Muy buena noticia que el experimento haya comenzado con el pie derecho...ahora a esperar que siga manteniendo su performance por muchos años. De cualquier manera, todavía no me queda muy claro cuales son las ventajas sobre las memorias reforzadas a base de silicio que se utilizan en el espacio actualmente.

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    1. La principal diferencia residiría en que las MeMoSat son capaces de retener la información ante la pérdida de energía del satélite

      Saludos cordiales.

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    2. Gracias por la respuesta! Si, eso dice en el artículo anexado, pero hasta donde me he informado eso nunca sucede con las memorias reforzadas a base de silicio actuales...por eso preguntaba. También se indica que son más resistente a la ionización, etc...pero las memorias que se usan en la actualidad siempre van con protección incorporada para estos eventos, y hacerlas resistentes a ello tampoco es ni tan difícil ni costosos, por eso mi pregunta...qué se gana con estas nuevas memorias? De ser eventualmente exitosa la experiencia, tendría una salida comercial que permita recuperar los gastos en R&D? O es sólo una inquietud académica personal lo que llevó a su estudio? Muchas gracias!

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