lunes, 25 de febrero de 2019

Núcleo Argentino de Investigación en Astrobiología (Astrobio.ar)

Sigue a continuación una nota publicada el 11 de febrero en el portal de Ciencia NEX, destacando el trabajo realizado por los integrantes del Núcleo Argentino de Investigación en Astrobiología (Astrobio.ar) del IAFE.

TRAS LA VIDA EN EL UNIVERSO

La bióloga Ximena Abrevaya fue la primera persona en doctorarse en Argentina en un tema que amalgama áreas del conocimiento tan diversas como la biología y la astronomía: la astrobiología. Junto a su grupo estudia el origen, evolución y distribución de la vida en el Universo.

La imagen representa al planeta Kepler-452b.

¿Por qué la vida se desarrolló en la Tierra? ¿Tendrá algo que ver la distancia que nos separa del Sol y la consiguiente temperatura y cantidad de radiación? ¿Cómo comenzó la vida en la Tierra? ¿Podrían haberse dado estas mismas condiciones en otros planetas del universo? Estas y otras preguntas desvelan a la ciencia desde que alguien, por primera vez, se preguntó si es posible que este sea el único lugar del cosmos habitado por seres vivos.

lunes, 11 de febrero de 2019

ARSAT alquila satélite extranjero para no perder posición orbital

Sigue a continuación una noticia publicada hoy en Página12, destacando que la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT) se vio obligada a alquilar un satélite extranjero para no perder una posición orbital.

EL COSTO DE HABER ABANDONADO EL ARSAT-3

Arsat acordó pagarle 7 millones de euros a la empresa SES por un satélite que ya superó su vida útil. Busca evitar que la UIT le quite los derechos de uso de la banda Ka en la posición orbital 81 Oeste. En esa banda a partir de este año debía operar el Arsat3.


El gobierno de Mauricio Macri acaba de alquilarle a la empresa europea SES el satélite Astra-1H para evitar que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) le quite los derechos de uso de la posición orbital 81º Oeste en banda Ka, que permite brindar servicios de internet de banda ancha. En esa banda debía operar a partir de este año el satélite Arsat-3, pero, como su construcción se suspendió a comienzos de 2016, se decidió alquilar un viejo satélite, que ya superó su vida útil, con el único objetivo de notificarle a la UIT que la banda está ocupada y así evitar su pérdida. La maniobra le costó al Estado Nacional la friolera de 7 millones de euros, que se pagarán en cuotas a lo largo de este año.