Sigue a continuación una nota publicada en la edición número 11 de la revista Ingeniar de diciembre de 2014, destacando la participación de más de 200 asistentes al 3er Congreso Argentino de Ingeniería Aeronáutica realizado en noviembre de 2014.
CAIA 3: CON LA MIRADA PUESTA EN EL DESARROLLO AEROESPACIAL
Desde el 12 al 14 de noviembre, la Facultad de Ingeniería de la UNLP fue sede del Tercer Congreso Argentino de Ingeniería Aeronáutica. Participaron destacados investigadores pertenecientes a las principales industrias y organismos aeronáuticos y aeroespaciales del país y el mundo.
Con más de 200 asistentes, la Facultad de Ingeniera de la UNLP llevó adelante el Tercer Congreso Argentino de Ingeniería Aeronáutica - CAIA 3, que convocó a investigadores argentinos y del exterior, docentes, estudiantes y graduados.
El objetivo del encuentro, organizado por el Departamento de Aeronáutica y realizado entre el 12 y 14 de noviembre pasado, fue promover y facilitar la integración, cooperación e intercambio de ideas entre investigadores y profesionales en las distintas áreas de la Ingeniería Aeronáutica. Asimismo, se buscó contribuir a la difusión de las actividades de investigación y desarrollo en el área.
En diálogo con Ingeniar, la ingeniera y Dra. Ana Scarabino, una de los organizadores del evento, expresó que el congreso desde sus comienzos en el 2008, “viene creciendo y superando las expectativas. Por eso estamos muy contentos con la repercusión que tuvo el CAIA 3”.
Las más de 60 publicaciiones y ponencias abordadas incluyeron temas como el transporte aéreo; aerodinámica; estructuras, materiales, mecánica y propulsión; control, aviónica y sistemas del avión; vehículos espaciales; legislación y meteorología aeronáutica.
“Tuvimos la presentación de las actividades de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA); una conferencia de José Luis Leofanti, egresado de nuestro Departamento que trabaja en ArianeSpace, la fábrica de cohetes de la Agencia Espacial Europea. Allí se construyen cohetes como el Ariane 5, que llevó al espacio al Arsat I”, detalló la ingeniera.
También se destacaron, entre otras, las presentaciones institucionales de las empresas INVAP, ESSS y Coasin; y las exposiciones de Julián Rimoli, profesor de Ingeniería Aeroespacial en el Instituto Tecnológico de Georgia, en Estados Unidos; Noel Lahellec, investigador del Centro de Investigaciones de Marsella, en Francia; y Armando Awruch, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Brasil.
“Además de los muchos trabajos desarrollados en la UNLP, el mayor aporte que ha hecho nuestra Facultad es la formación de muchísimos profesionales que están trabajando en instituciones como INVAP, FAdeA y CONAE. Son nuestro orgullo”, precisó la ingeniera.
El congreso se realizó en momentos que la industria aeroespacial está cobrando particular relevancia, a partir del lanzamiento del primer satélite geoestacionario argentino Arsat 1. Al respecto, Scarabino indicó que “a su vez estamos trabajando en el proyecto Tronador II, en el cual la UNLP tiene una participación muy importante.
Probablemente, el éxito que tuvo la convocatoria se debe a que los temas espaciales están muy presentes”, reflexionó. En esa línea, la ingeniera agregó que el país “está haciendo punta en Latinoamérica en todo lo que es desarrollo aeroespacial.
En algunos aspectos, como el Arsat I, estamos al nivel de las potencias mundiales. Son pocos los países que han desarrollado esta tecnología, que son capaces de diseñar, construir y colocar en órbita un satélite de comunicaciones geoestacionario”.
El decano de la Facultad de Ingeniería, Marcos Actis, también disertó en el CAIA 3. El ingeniero aeronáutico habló sobre los desarrollos espaciales en los que participa la Unidad Académica y la importancia de los proyectos a largo plazo, manteniendo una línea de trabajo. “Los países que apuestan al desarrollo tecnológico son los que logran avanzar hacia adelante”, dijo.
Actis recordó el surgimiento del grupo GEMA, del cual es uno de los fundadores, y su participación en los desarrollos de los satélites SAC A, SAC B y SAC D. También los aportes en el Arsat 1 y 2, y el proyecto Tronador II. “Empezamos siendo dos y hoy tenemos alrededor de 70 miembros estables. Sumados a otros grupos de la Facultad, somos alrededor de 150 personas trabajando”, concluyó.
Fuente: Revista Ingeniar
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