LO QUE DEJA EL 2014 EN MATERIA ESPACIAL
Por
Pablo Alvarez, ArgentinaEnElEspacio
Concluye
un nuevo año y llega el momento de hacer un pequeño balance respecto a lo que
éste nos ha dejado en materia de desarrollo espacial. Sin dudas, el 2014 quedará
en los registros de la historia espacial argentina como un año trascendente,
debido principalmente a la puesta en órbita del primer satélite geoestacionario
diseñado y construido en el país y lo que esto implica para nuestra
industria espacial. Este logro por si solo bastaría quizás para valorar
positivamente el año, pero aún hay más. Al logro del ARSAT-1 hay otro no menor
que sumar, y es la exitosa prueba del vehículo experimental Vex-1 realizada durante
el pasado mes de agosto.
En contraposición,
como aspectos negativos, es inevitable mencionar el nuevamente no realizado lanzamiento
del cohete Gradicom III, así como la carencia o no aparición de nuevos proyectos de
nano satélites en el entorno académico, algo que debiera ser estimulado con mayor
énfasis y recursos desde el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación
productiva.
Hagamos entonces un repaso por los proyectos y actividades relevantes del 2014.
Un Gradicom III que no logra despegar
A pesar de haber sido anunciado para el año 2014 por el propio Ministerio de Defensa (MINDEF), el lanzamiento del cohete Gradicom III (que viene siendo anunciado desde 2011) no se ha concretado. Sin embargo, este proyecto dual (de carácter civil y militar), que busca recuperar capacidades y generar nuevos conocimientos en el campo de la cohetería de manera que puedan ser aplicados luego a otros proyectos, ha logrado trasladar algunos avances al área de los cohetes de artillería y la repotenciación de motores de misiles (Aspide y Exocet de la Armada Argentina).
A esta altura, cualquier nuevo anuncio de lanzamiento por parte del MINDEF deberá ser tomado con mucha cautela, sabiendo que el 2015 podría perfectamente transcurrir sin novedades ni lanzamiento.
En busca de un cohete sonda
El lanzamiento del cohete sonda de dos etapas FAS-1500 ha sido anunciado por el MINDEF para el año 2015. Si bien no ha trascendido información oficial respecto al avance del proyecto, fuentes de la Fuerza Aérea Argentina nos han hecho saber que la Dirección de Investigación y Desarrollo (DGID) de la misma ha estado trabajando a buen ritmo durante todo el 2014 para poder realizar el lanzamiento en los primeros meses del año entrante. De este proyecto debiera surgir y evolucionar en el largo plazo un verdadero y robusto cohete sonda (y quizás un pequeño inyector de nano satélites) del que el país actualmente no dispone. Hoy, nuestras instituciones científicas y académicas, lo mismo que las PYMES del sector espacial, no cuentan con una plataforma nacional apta para la experimentación en la alta atmósfera y/o en micro gravedad.
Tronando fuerte
El lanzamiento del vehículo experimental Vex-1b durante el pasado mes de agosto marcó sin lugar a dudas un nuevo hito en nuestra historia espacial, al haberse convertido en el primer vector nacional que vuela utilizando un sistema de vuelo autónomo. Un logro para nada despreciable siendo que la tecnología de navegación y control fue desarrollada completamente en el país.
El próximo paso en este sentido intentará darlo el cohete experimental Vex-5, un vehículo de dos etapas y mismo diámetro del Vex-1. La primera etapa propulsada por un motor semi criogénico de 30 toneladas de empuje que utiliza kerosene y oxígeno líquido como combustible. La segunda impulsada por el ya probado motor hipergólico T4000 a base de hidracina. El Vex-5 cuenta con una longitud cercana a los 20 metros y se encuentra a la espera de recibir la planta de poder de la primera etapa. Se estima poder efectuar su lanzamiento a mediados de 2015.
El ascenso a primera
El 2014 nos ha dejado solo dos lanzamientos de satélites, el Bugsat-1 de Satellogic y el ARSAT-1. Expresado en jerga futbolera, podríamos decir que el 2014 será recordado como el año en que la industria satelital argentina ascendió al campeonato de primera división. La puesta en órbita del ARSAT-1 posiciona al país como un jugador de mayor jerarquía y lo coloca en mejores condiciones de poder realizar la primera exportación de un satélite. Existen en la actualidad conversaciones con vistas al desarrollo de un satélite de observación terrestre para Bolivia y la de uno geoestacionario de telecomunicaciones para Azerbaiyán.
Mención aparte debe hacerse sobre las primeras compañías del sector privado que entran al juego de la industria espacial con proyectos comerciales bajo el brazo. Hasta hoy, las empresas privadas que participaban de la industria espacial lo habían hecho dentro del marco de los proyectos llevados adelante por organismos e instituciones estatales como CONAE o ARSAT. Por primera vez, aparecen en la escena local actores del sector empresarial que intentan desarrollar nuevas líneas de negocios mediante servicios y/o productos basados en la tecnología espacial.
El caso de Satellogic es de gran interés. Una PYME que logró diseñar, construir y poner en órbita el Bugsat-1, un demostrador tecnológico con vistas al desarrollo y puesta en órbita de una constelación comercial de satélites.
Por otro lado, el grupo empresario Los Grobo se asoció con la estatal INVAP con la que se encuentra analizando posibles vías de acción para el desarrollo de tecnología satelital aplicada a la actividad agropecuaria. Este hecho es muy auspicioso siendo que la tradición de los grandes grupos económicos nacionales ha estado históricamente ligada (salvo excepciones, como ser el caso de IMPSA o la Corporación América) a la producción primaria de bienes y servicios, y no al desarrollo de la alta tecnología.
¿Lloverá hoy?
Curiosamente transcurre un nuevo año sin que se hayan escuchado propuestas para el desarrollo local de un satélite meteorológico. Si el estado nacional, a través de los organismos correspondientes, tomara la decisión de contar con un satélite meteorológico de desarrollo autóctono podría verlo materializado a través de la estatal INVAP, siendo que ésta posee un amplio dominio de la tecnología de radar.
Por el momento, el satélite meteorológico continúa siendo un punto en el que el país sigue en deuda, y deberá seguir contratando (y pagando por) los servicios de satélites extranjeros.
¡Al infinito y más allá!
En el campo de la exploración espacial podemos mencionar las actividades de soporte local a las operaciones de la antena de espacio profundo de la Agencia Espacial Europea (ESA) ubicada en la provincia de Mendoza, en especial, a la misión Rosetta que cobró gran transcendencia internacional.
Hagamos entonces un repaso por los proyectos y actividades relevantes del 2014.
Un Gradicom III que no logra despegar
A pesar de haber sido anunciado para el año 2014 por el propio Ministerio de Defensa (MINDEF), el lanzamiento del cohete Gradicom III (que viene siendo anunciado desde 2011) no se ha concretado. Sin embargo, este proyecto dual (de carácter civil y militar), que busca recuperar capacidades y generar nuevos conocimientos en el campo de la cohetería de manera que puedan ser aplicados luego a otros proyectos, ha logrado trasladar algunos avances al área de los cohetes de artillería y la repotenciación de motores de misiles (Aspide y Exocet de la Armada Argentina).
A esta altura, cualquier nuevo anuncio de lanzamiento por parte del MINDEF deberá ser tomado con mucha cautela, sabiendo que el 2015 podría perfectamente transcurrir sin novedades ni lanzamiento.
En busca de un cohete sonda
El lanzamiento del cohete sonda de dos etapas FAS-1500 ha sido anunciado por el MINDEF para el año 2015. Si bien no ha trascendido información oficial respecto al avance del proyecto, fuentes de la Fuerza Aérea Argentina nos han hecho saber que la Dirección de Investigación y Desarrollo (DGID) de la misma ha estado trabajando a buen ritmo durante todo el 2014 para poder realizar el lanzamiento en los primeros meses del año entrante. De este proyecto debiera surgir y evolucionar en el largo plazo un verdadero y robusto cohete sonda (y quizás un pequeño inyector de nano satélites) del que el país actualmente no dispone. Hoy, nuestras instituciones científicas y académicas, lo mismo que las PYMES del sector espacial, no cuentan con una plataforma nacional apta para la experimentación en la alta atmósfera y/o en micro gravedad.
Tronando fuerte
El lanzamiento del vehículo experimental Vex-1b durante el pasado mes de agosto marcó sin lugar a dudas un nuevo hito en nuestra historia espacial, al haberse convertido en el primer vector nacional que vuela utilizando un sistema de vuelo autónomo. Un logro para nada despreciable siendo que la tecnología de navegación y control fue desarrollada completamente en el país.
El próximo paso en este sentido intentará darlo el cohete experimental Vex-5, un vehículo de dos etapas y mismo diámetro del Vex-1. La primera etapa propulsada por un motor semi criogénico de 30 toneladas de empuje que utiliza kerosene y oxígeno líquido como combustible. La segunda impulsada por el ya probado motor hipergólico T4000 a base de hidracina. El Vex-5 cuenta con una longitud cercana a los 20 metros y se encuentra a la espera de recibir la planta de poder de la primera etapa. Se estima poder efectuar su lanzamiento a mediados de 2015.
El ascenso a primera
El 2014 nos ha dejado solo dos lanzamientos de satélites, el Bugsat-1 de Satellogic y el ARSAT-1. Expresado en jerga futbolera, podríamos decir que el 2014 será recordado como el año en que la industria satelital argentina ascendió al campeonato de primera división. La puesta en órbita del ARSAT-1 posiciona al país como un jugador de mayor jerarquía y lo coloca en mejores condiciones de poder realizar la primera exportación de un satélite. Existen en la actualidad conversaciones con vistas al desarrollo de un satélite de observación terrestre para Bolivia y la de uno geoestacionario de telecomunicaciones para Azerbaiyán.
Mención aparte debe hacerse sobre las primeras compañías del sector privado que entran al juego de la industria espacial con proyectos comerciales bajo el brazo. Hasta hoy, las empresas privadas que participaban de la industria espacial lo habían hecho dentro del marco de los proyectos llevados adelante por organismos e instituciones estatales como CONAE o ARSAT. Por primera vez, aparecen en la escena local actores del sector empresarial que intentan desarrollar nuevas líneas de negocios mediante servicios y/o productos basados en la tecnología espacial.
El caso de Satellogic es de gran interés. Una PYME que logró diseñar, construir y poner en órbita el Bugsat-1, un demostrador tecnológico con vistas al desarrollo y puesta en órbita de una constelación comercial de satélites.
Por otro lado, el grupo empresario Los Grobo se asoció con la estatal INVAP con la que se encuentra analizando posibles vías de acción para el desarrollo de tecnología satelital aplicada a la actividad agropecuaria. Este hecho es muy auspicioso siendo que la tradición de los grandes grupos económicos nacionales ha estado históricamente ligada (salvo excepciones, como ser el caso de IMPSA o la Corporación América) a la producción primaria de bienes y servicios, y no al desarrollo de la alta tecnología.
¿Lloverá hoy?
Curiosamente transcurre un nuevo año sin que se hayan escuchado propuestas para el desarrollo local de un satélite meteorológico. Si el estado nacional, a través de los organismos correspondientes, tomara la decisión de contar con un satélite meteorológico de desarrollo autóctono podría verlo materializado a través de la estatal INVAP, siendo que ésta posee un amplio dominio de la tecnología de radar.
Por el momento, el satélite meteorológico continúa siendo un punto en el que el país sigue en deuda, y deberá seguir contratando (y pagando por) los servicios de satélites extranjeros.
¡Al infinito y más allá!
En el campo de la exploración espacial podemos mencionar las actividades de soporte local a las operaciones de la antena de espacio profundo de la Agencia Espacial Europea (ESA) ubicada en la provincia de Mendoza, en especial, a la misión Rosetta que cobró gran transcendencia internacional.
Se continuó asimismo trabajando en la construcción de la estación de espacio
profundo de la Agencia Espacial China en la provincia de Neuquén, con vistas a
dar soporte al futuro programa de exploración Lunar de la República Popular de
China, convertida hoy en uno de los principales socios comerciales de nuestro país.
Lamentablemente, no hubo mayores noticas durante todo el año respecto al proyecto LunarSat, una excelente idea del mismo grupo de ingenieros que desarrolló el satélite Musat-1 (Víctor) durante la década de los 90, consistente en construir un mini satélite con propulsión de plasma capaz de orbitar la Luna en misión científica. Esta misión podría realizarse con un pequeño presupuesto y darle mayor visibilidad aun al sector espacial argentino, algo de lo que ninguna autoridad de peso parece haberse dado cuenta. Un país industrializado no solo tiene que desarrollar tecnología, sino que debe saber además cómo venderla. Logros tecnológicos como el del ARSAT-1, o el LunarSat si llega a concretarse, alcanzan tal transcendencia mediática que ayudan a la larga a cambiar la imagen del país, y como resultado, ayudan a que las empresas nacionales puedan exportar más fácilmente su tecnología al ser reconocidas como provenientes de un país con abundantes y constantes logros científico-tecnológicos.
Las joyas de la corona
Durante 2014 prosiguió el desarrollo de los satélites SAOCOM y se avanzó con el diseño de los futuros satélites SARE de la CONAE, en los que INVAP tiene finalmente participación. Estos satélites serán las verdaderas joyas del plan espacial nacional en los años por venir.
Rayos láser y radares en el espacio
2015 será un año que tendrá como hechos destacados la prueba del Vex-5, el lanzamiento del ARSAT-2, el SAOCOM 1A, y según promete Satellogic, el de su primera constelación comercial compuesta por 15 satélites capaces de brindar imágenes de resolución métrica en cualquier punto del globo en un tiempo no mayor a dos horas. ¿Será?
Con el lanzamiento del SAOCOM 1A se iniciará una nueva y excitante etapa del Plan Espacial Nacional, que continuará durante 2016 con el lanzamiento del SAOCOM 1B junto a la primera constelación SARE de demostración tecnológica. Esta nueva etapa del Plan Espacial Nacional busca el dominio de tecnologías de observación terrestre basadas en la instrumentación en el rango de microondas y láser (LIDAR), tecnologías en poder de un grupo muy reducido de naciones.
Lamentablemente, no hubo mayores noticas durante todo el año respecto al proyecto LunarSat, una excelente idea del mismo grupo de ingenieros que desarrolló el satélite Musat-1 (Víctor) durante la década de los 90, consistente en construir un mini satélite con propulsión de plasma capaz de orbitar la Luna en misión científica. Esta misión podría realizarse con un pequeño presupuesto y darle mayor visibilidad aun al sector espacial argentino, algo de lo que ninguna autoridad de peso parece haberse dado cuenta. Un país industrializado no solo tiene que desarrollar tecnología, sino que debe saber además cómo venderla. Logros tecnológicos como el del ARSAT-1, o el LunarSat si llega a concretarse, alcanzan tal transcendencia mediática que ayudan a la larga a cambiar la imagen del país, y como resultado, ayudan a que las empresas nacionales puedan exportar más fácilmente su tecnología al ser reconocidas como provenientes de un país con abundantes y constantes logros científico-tecnológicos.
Las joyas de la corona
Durante 2014 prosiguió el desarrollo de los satélites SAOCOM y se avanzó con el diseño de los futuros satélites SARE de la CONAE, en los que INVAP tiene finalmente participación. Estos satélites serán las verdaderas joyas del plan espacial nacional en los años por venir.
Rayos láser y radares en el espacio
2015 será un año que tendrá como hechos destacados la prueba del Vex-5, el lanzamiento del ARSAT-2, el SAOCOM 1A, y según promete Satellogic, el de su primera constelación comercial compuesta por 15 satélites capaces de brindar imágenes de resolución métrica en cualquier punto del globo en un tiempo no mayor a dos horas. ¿Será?
Con el lanzamiento del SAOCOM 1A se iniciará una nueva y excitante etapa del Plan Espacial Nacional, que continuará durante 2016 con el lanzamiento del SAOCOM 1B junto a la primera constelación SARE de demostración tecnológica. Esta nueva etapa del Plan Espacial Nacional busca el dominio de tecnologías de observación terrestre basadas en la instrumentación en el rango de microondas y láser (LIDAR), tecnologías en poder de un grupo muy reducido de naciones.
!!!! FELICITACIONES A TODOS LOS CIENTIFICOS, TECNICOS, ADMINISTRADORES Y AUTORIDADES QUE HACEN FACTIBLE ESTOS INCREIBLES AVANCES DE NUESTRO PAIS !!!
ResponderEliminar!!! ORGULLO NACIONAL !!!
Demuestra que se puede avanzar en proyectos de largo plazo,aún con opiniones en contra de personas mal intencionadas. Avanti Vex-5, Gradicom/Fas1500, Carem25,.. y todos los desarrollos universitarios.
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