Sigue a continuación un interesante trabajo titulado “Cielos abiertos versus sector estratégico: las comunicaciones satelitales en Argentina, 1989-2017”, de los autores Diego Hurtado y Natasa Loisou, que fuera publicado en la edición digital de ALTERNATIVA, el día 11 de noviembre.
CIELOS ABIERTOS VERSUS SECTOR ESTRATÉGICO: LAS COMUNICACIONES SATELITALES EN ARGENTINA, 1989-2017
Por Diego Hurtado y Natasa Loizou
Centro de Estudios de Historia de la Ciencia y la Técnica, UNSAM-CONICET
NAHUELSAT Y LA FALACIA DE LOS “CIELOS ABIERTOS”
Desde la década de 1960, para las economías desarrolladas la comunicación satélital es considerada estratégica y, por lo tanto, foco de políticas industriales y tecnológicas coordinadas. Debido a su alto contenido de I+D, los efectos de difusión de conocimiento técnico y su relevancia en el comercio internacional, las potencias económicas intervienen activamente con recursos de protección, compra pública e incentivos a sus empresas de servicios de comunicación satelital y producción de satélites. Y complementan esta intervención con políticas exteriores que impulsan la expansión de sus negocios. Así, durante los años noventa, el proyecto de globalización neoliberal cristalizó un acuerdo tácito: mientras que en los países desarrollados los sectores estratégicos –como las comunicaciones satelitales– continuarían siendo objeto de apoyo activo de sus Estados, en las periferias se comenzó a ejercer una fuerte presión para promover su desregulación. Los gobiernos neoliberales de América Latina ignoraron las lecciones disponibles de las economías desarrolladas, especialmente el hecho de que los sectores económicamente estratégicos son de competencia imperfecta y presentan estructura oligopólica o monopólica al interior de las economías nacionales.
Desde la década de 1960, para las economías desarrolladas la comunicación satélital es considerada estratégica y, por lo tanto, foco de políticas industriales y tecnológicas coordinadas. Debido a su alto contenido de I+D, los efectos de difusión de conocimiento técnico y su relevancia en el comercio internacional, las potencias económicas intervienen activamente con recursos de protección, compra pública e incentivos a sus empresas de servicios de comunicación satelital y producción de satélites. Y complementan esta intervención con políticas exteriores que impulsan la expansión de sus negocios. Así, durante los años noventa, el proyecto de globalización neoliberal cristalizó un acuerdo tácito: mientras que en los países desarrollados los sectores estratégicos –como las comunicaciones satelitales– continuarían siendo objeto de apoyo activo de sus Estados, en las periferias se comenzó a ejercer una fuerte presión para promover su desregulación. Los gobiernos neoliberales de América Latina ignoraron las lecciones disponibles de las economías desarrolladas, especialmente el hecho de que los sectores económicamente estratégicos son de competencia imperfecta y presentan estructura oligopólica o monopólica al interior de las economías nacionales.